La mejor ensaladilla del mundo…
No admite discusión. En Murcia se cocina y se consume la mejor ensaladilla rusa del mundo. Es por ello por lo que considero que debería ser imagen de nuestro potencial gastronómico y que funcionase en el subconsciente del posible visitante de forma inmediata. ¿Anchoas? Bermeo ¿Gamba? Garrucha ¿Pulpo? Galicia ¿Paella? Valencia ¿Ensaladilla? Murcia.
A tal suerte que cuando por fin llegue el AVE a Murcia, legiones de fanáticos de la ensaladilla vengan a la capital regional a hacer la ruta de la ensaladilla, pues en la ciudad son muchos los establecimientos que pugnan por hacer la mejor de las mejores, y completen con ella la otra ruta que mejor nos define que no es otra que nuestra ruta barroca. La combinación de Salzillo, los retablos barrocos de las iglesias, el imafronte de la Catedral (que también compite por ser el mejor imafronte barroco del mundo) y la ensaladilla es un cóctel imbatible.
He asistido a esfuerzos de amigos por darme a probar otras ensaladillas nacionales y sabiendo que no podían competir con la que se hace en Murcia he aceptado gustoso a sabiendas de que en el combate, la murciana saldría ganadora. No eran plazas fáciles.
En Sevilla, por ejemplo, donde se venera el tapeo, probé varias con el resultado esperado. En Granada, acompañado además por las autoridades locales, me llevaron a un bar donde ellos aseguraban que se hacía la mejor ensaladilla del orbe. Sólo por educación no les dije lo que pensaba tras llevármela a la boca. Y en Madrid, claro. En el foro, donde las mejores cocinas, los mejores fogones y las mejores mesas, les aseguro que la clasificada en último lugar en el ranking de los murcianos sería la primera en la capital de España.
Me reconozco fanático de la ensaladilla. Por ello, entre la alternativa de la marinera (aclaración para aquellos que lean esto y no son de Murcia: un buen pegote de ensaladilla con una anchoa en salmuera encima sobre una crujiente rosquilla) y la ensaladilla en su clásico plato ovalado, no tengo duda. Para apreciar el excelso sabor “ensaladillero” hay que consumirla con tenedor. La marinera en sus distintas versiones debemos dejarla como segunda opción.
La ruta de la ensaladilla en Murcia daría para un libro. No es aquí el sitio para discutir si en tal o cual bar se sirve la mejor. El asunto llevaría a discusiones y enconamientos, como entre los partidarios de la tortilla de patatas con o sin cebolla.
Personalmente, sigo siendo fiel a la que considero la mejor: la del Café-Bar, así sin apellido, como se conoce el quiosco adosado a la iglesia de Santa Clara en pleno paseo de Alfonso X el Sabio, corazón de la ciudad. Soy consciente de que el pódium está apretado. Y que en los últimos años bares clásicos y otros emergentes disputan el trono. Pero de momento ahí está el Café-Bar en todo lo alto. Además, tienes la opción de poder llevarte a casa varias raciones en un recipiente de plástico y asombrar de esa manera a la familia e invitados.
Vuelvo al principio. La mejor ensaladilla del mundo, la de Murcia. La que cuyo origen algunos sitúan en el Restaurante Hermitage, de Moscú, a finales del siglo XIX, porque ya mezclaba patata y mayonesa, aunque no parece que Lucien Olivier, su creador, pueda arrogarse la totalidad del ‘invento’; la que algunos, tras nuestra guerra civil, empezaron a llamar ‘nacional’, para eludir su posible pasado ruso; la que en determinados lugares y en su nombre se cometen verdaderas atrocidades culinarias, la ensaladilla tiene en Murcia su sitio en lo más alto de la culinaria, el tapeo y las barras.
Vengan a Murcia y prueben su ensaladilla. Seguro que repiten.
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